La Evolución de la Banca y su Seguridad en un mundo VICA+IA

Adaptación y Seguridad en la Era Digital

“El cambio es inevitable; el crecimiento es opcional”. Esta frase, atribuida al filósofo John C. Maxwell, nos recuerda que, en un mundo como el actual, marcado por la digitalización y la dinámica VICA (Volatilidad, Incertidumbre, Complejidad y Ambigüedad), adaptarse no es solo una elección, sino una necesidad. Guatemala no escapa a esta transformación, especialmente en el sector financiero. Los bancos, las financieras y las aseguradoras han cambiado drásticamente la forma en que interactuamos con nuestros recursos, socios y plataformas. En este artículo, comparto reflexiones basadas en mi experiencia de 26 años en el entorno bancario, gestionando riesgos operacionales, auditorías, seguridad lógica e implementando proyectos tecnológicos que han buscado hacer de estas transiciones un proceso seguro y eficiente.


A Quién Va Dirigido

Este artículo está dirigido a empresarios, profesionales financieros y usuarios frecuentes de la banca digital que buscan entender cómo la evolución tecnológica ha impactado las operaciones financieras en Guatemala y, más importante aún, cómo protegerse ante los riesgos que esta transformación conlleva.


Objetivo del Artículo

El propósito de este artículo es ofrecerte una visión práctica y reflexiva sobre cómo la banca ha cambiado, cómo gestionar los riesgos de manera efectiva y cómo la seguridad digital es esencial para operar de manera confiable en un entorno que no deja de evolucionar.


Cómo Han Cambiado las Operaciones Bancarias

En el pasado, las operaciones bancarias eran esencialmente presenciales. Para realizar una transacción, debías visitar una sucursal, firmar documentos físicos y esperar largos procesos administrativos. Hoy, con un par de clics desde una aplicación móvil, puedes transferir grandes sumas de dinero, solicitar préstamos, o incluso manejar inversiones complejas desde cualquier parte del mundo.

Cambios significativos en las operaciones:

  1. Digitalización Total: Las operaciones ahora son rápidas y accesibles desde plataformas en línea y aplicaciones móviles. Desde transferencias simples hasta servicios de gestión financiera integral, la digitalización ha acortado distancias y tiempos.

  2. Menor Contacto Físico: La pandemia de COVID-19 aceleró esta transformación, eliminando casi por completo la necesidad de interacciones presenciales para la mayoría de las operaciones.

  3. Acceso Global: Las empresas guatemaltecas ya no solo operan localmente. Las transacciones internacionales son ahora parte del día a día, lo que implica mayor exposición a riesgos globales.

  4. Uso Intensivo de la Inteligencia Artificial: Desde chatbots hasta sistemas de detección de fraudes, la IA está transformando la forma en que se ofrecen y gestionan los servicios financieros.

A lo largo de mi carrera, he tenido la oportunidad de implementar múltiples proyectos tecnológicos que buscaban mejorar estas dinámicas, desde sistemas de autenticación más robustos hasta herramientas de auditoría en tiempo real para detectar operaciones inusuales. Sin embargo, con cada avance tecnológico, he observado que también crecen los riesgos si no se manejan adecuadamente.


La Seguridad Lógica en la Era Digital

Basado en Experiencia Real

En mis 26 años de experiencia, tanto liderando áreas de seguridad lógica como en la gestión de riesgos operacionales, he notado que uno de los mayores retos no es la falta de tecnología, sino la falta de conciencia y preparación de los usuarios. He sido testigo de cómo, a pesar de implementar sistemas avanzados de seguridad, los errores más comunes siguen ocurriendo debido a descuidos humanos.

Retos Clave en la Seguridad Digital

  1. El Factor Humano: Muchos usuarios ignoran recomendaciones simples, como no compartir contraseñas, usar redes seguras o activar la doble autenticación. Esto los hace vulnerables a ataques de ingeniería social, que siguen siendo el método más utilizado para fraudes.

  2. Complejidad de las Operaciones Modernas: Con el aumento de transacciones internacionales y colaboraciones comerciales digitales, las empresas deben gestionar un volumen de datos y procesos mucho más alto, aumentando el riesgo de errores.

  3. Amenazas Externas: Los hackers utilizan cada vez estrategias más sofisticadas, incluyendo phishing avanzado y malware dirigido específicamente a sistemas bancarios y financieros.

En este contexto, recuerdo un caso en el que un cliente empresarial perdió el acceso a su cuenta debido a un correo electrónico fraudulento. Aunque los sistemas habían emitido alertas, la falta de atención a los protocolos de seguridad básicos por parte del usuario permitió que el ataque tuviera éxito. Este caso refuerza la importancia de seguir las recomendaciones de las instituciones financieras.


Cómo Gestionar los Riesgos en un Mundo Cambiante

Vivir en un mundo digital no significa evitar los riesgos, sino aprender a gestionarlos y neutralizarlos. Desde mi experiencia, la gestión proactiva de la seguridad comienza con lo básico:

1. Entender el Contexto

Es fundamental reconocer que las operaciones financieras ahora ocurren en un ecosistema global. Esto implica que los riesgos no solo provienen de actores locales, sino también de amenazas externas que operan desde cualquier parte del mundo.

2. Seguir las Recomendaciones de los Proveedores

Los bancos y las instituciones financieras ofrecen guías claras sobre cómo protegerse. Estas incluyen desde activación de notificaciones en tiempo real hasta configuraciones avanzadas de seguridad en las plataformas digitales. He comprobado que seguir estas indicaciones reduce significativamente las vulnerabilidades.

3. Fomentar una Cultura de Seguridad

He aprendido que la educación y la conciencia son las herramientas más poderosas contra el fraude. Programas de formación interna en empresas y talleres para colaboradores pueden marcar una gran diferencia.


Reflexiones Finales: Una Oportunidad en Cada Desafío

La evolución de la banca en Guatemala representa tanto oportunidades como retos. Si bien los riesgos son reales, también lo son las herramientas y estrategias para gestionarlos. Tres reflexiones clave para recordar:

  1. La tecnología es nuestra aliada, pero necesita usuarios responsables. La seguridad lógica no es solo un tema técnico; es una responsabilidad compartida.

  2. El cambio no es opcional. Adaptarse a nuevas formas de operar y protegerse en entornos digitales es imprescindible para mantenerse competitivo.

  3. La educación constante es clave. Mantenerse informado y aplicar buenas prácticas de seguridad digital no solo protege tus operaciones, sino que construye confianza en tus relaciones comerciales.

Acción concreta: Aprovecha los recursos disponibles en mi sitio web, donde encontrarás herramientas prácticas para evaluar riesgos y estrategias para gestionar tus operaciones financieras de manera segura. Vivimos en un mundo cambiante, pero con la preparación adecuada, podemos enfrentarlo con confianza y éxito.

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Coach Lisandro Castaneda
Coach Lisandro Castaneda
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